Se refiere a cualquier signo de inflamación  que ocurre en la piel cubierta por el pañal. La mayor parte de la inflamación de la piel es causada por la humedad, calor, o enzimas  eliminadas en la orina y heces que son altamente irritantes  para la piel del bebe; especialmente en niño de entre 9 y 12 meses de edad, probablemente debido a que los niños de esta edad requieren  mayor uso de pañales.

La evaluación de un niño con irritación en el área del pañal, debe enfocarse en identificar el diagnóstico correcto, su gravedad; y especialmente  diferenciarla del empeoramiento de alguna otra dermatosis no relacionada y que también afecta a esta región.

Es una enfermedad causada por un virus transmisible, que origina lesiones papulares de 2 a 3 mm, aisladas, o agrupadas y que, en muchos casos suelen ser abundantes, especialmente en niños y niñas, o en pacientes con otras enfermedades subyacentes de la piel.

Existe una variedad de terapias y tratamientos que se pueden utilizar para erradicarlos, lo cual dependerá de la extensión y área afectada.

La presencia de manchas marrones, claras, o rojizas en nuestra población es habitual. Su origen es diferente y pueden adquieren su nombre según su aspecto: manchas café con leche por ejemplo. Estas marcas pueden aparecer desde el nacimiento, o durante los primeros años de vida; que en primera instancia resultan inofensivas y no se asociarán a ninguna  enfermedad.

Sin embargo, existen un grupo de enfermedades  que se acompañan entre otros signos de este tipo de manchas, las que requieren un diagnóstico temprano y un abordaje de varios médicos especialistas.

Es un trastorno crónico y recurrente de la piel, que forma parte de un grupo de enfermedades alérgicas; integrado adicionalmente por la rinitis y conjuntivitis alérgica, el asma, incluso algunos tipos de alergia alimentaria.

Es una enfermedad frecuente y de distribución mundial, que habitualmente  se desarrolla antes de los 5 años de edad; y afecta aproximadamente  un 10% de los niños en alguna etapa de su vida. Se distinguen tres fases: fase de lactante, infantil y del adolescente.

La piel atópica se caracteriza por ser fundamentalmente seca, se irrita fácilmente y pica, como resultado la persona se rasca, produciendo más irritación y complicaciones cutáneas desagradables; provocando intranquilidad y limitación en las actividades cotidianas del  paciente.

Su diagnóstico y tratamiento temprano establecido por el dermatólogo, repercute en la mejoría de la calidad de vida de los pacientes, y aún en el acortamiento de la evolución de los síntomas. Además la educación a la familia, tranquiliza e influye positivamente en  la reducción notable de las molestias originadas por la enfermedad. 

Es una enfermedad inflamatoria, crónica de la piel, que  afecta  a sitios que tienen una alta densidad de glándulas sebáceas; provocando enrojecimiento,  irritación y formación de  escamas en piel cabelluda y cara; y en casos excepcionales puede comprometer toda la superficie corporal del bebé. 

En los adolescentes y adultos, comúnmente se conoce como caspa, pero en los bebés, se denomina costra láctea. En los niños se presenta antes de los tres meses de edad, y suele desaparecer entre el cuarto y el octavo mes de vida; pero también puede afectar a la cara, área del pañal y los pliegues. En el niño preescolar y escolar es frecuente que afecte a los bordes palpebrales y las pestañas, produciendo escozor, llegando a tener su máxima expresión en la adolescencia.

El tratamiento de la dermatitis seborreica se concentra en el cuidado de la piel cabelluda, y así eliminar las lesiones cutáneas y la descamación antiestética que caracteriza a esta afección.

El buen estado de salud de un niño se puede evaluar a través de la observación de diferentes partes de su cuerpo, como el color de su piel, el aspecto de su pelo y  uñas.

Las uñas nos pueden indicar la existencia de procesos infecciosos, enfermedades dermatológicas, trastornos congénitos y hereditarios, carencia de nutrientes (déficit de vitaminas y hierro), patologías de otros órganos y traumatismos.

La consulta dermatológica  por el estado de las uñas del niño,  proviene principalmente de padres preocupados por si la apariencia de ellas son normales, o es la expresión de alguna enfermedad grave.  Existen pocas alteraciones ungueales que se pueden considerar banales en los niños, por lo que, analizar  su diagnóstico y definir el tratamiento le compete al médico dermatólogo, con la finalidad de estudiar el origen del problema y tranquilizar a los padres.

Es una infección causada por hongos, contagiosa, que afectan el cuero cabelludo y el cabello de niños pequeños y de edad escolar especialmente.

Los signos y síntomas pueden variar, pero por lo general, se presentan zonas con ausencia de pelo, de aspecto escamoso y enrojecido que producen picazón.

Múltiples afecciones de la piel cabelluda pueden tener un aspecto similar a la tiña del cuero cabelludo, de ahí que, es fundamental obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento inmediato; que evite procesos inmunitarios generados por el propio paciente, que finalmente terminen produciendo inflamación severa y lesiones irreversibles, que finalmente provoquen la pérdida definitiva del cabello.

El tratamiento de la tiña de la cabeza incluye medicamentos para eliminar los hongos, así como champús medicados que disminuyen la diseminación de la infección.

Son lesiones epiteliales hiperqueratosis, ásperas, circunscritas, a veces dolorosas, producidas por la infección del virus del papiloma humano.  Pueden asentarse en cualquier parte de la superficie de la piel, especialmente alrededor de las uñas, en la cara, en los dedos de manos o en la boca. Cuando los niños se muerden las uñas o se manipulan los padastros tienen mayor riesgo de tener verrugas, pues  una zona de piel abierta, es una puerta de entrada  para que el virus ingrese y origine una verruga.

Aunque son consideradas de  naturaleza benigna,  se transmiten por contacto, tanto directo como indirecto, especialmente entre personas jóvenes.

Para su tratamiento contamos con varias opciones terapéuticas según el tipo de verruga, localización, cantidad de lesiones y edad del paciente; dirigidos a destruir estas formaciones  cutáneas desagradables y de fácil propagación.

Es una enfermedad de la piel que se caracteriza por la pérdida del color, debido a la destrucción de las células responsables de la pigmentación cutánea.

Las lesiones resultantes de este proceso pueden tener un tamaño variable, siendo su localización y comportamiento no  siempre predecibles. Este trastorno puede aparecer a cualquier edad, siendo poco común en niños menores de 2 años.

Esta entidad tiene algunas variantes y aunque podría considerarse benigna, sin consecuencias graves para el organismo, tiene secuelas fundamentalmente psicológicas y estéticas, que provoca angustia y altera la calidad de vida del paciente y de sus padres durante la infancia; sin olvidar su posible asociación con  otras enfermedades autoinmunes.

Es el médico dermatólogo quien realizará el diagnóstico adecuado e iniciará el tratamiento óptimo. En este sentido, existen diferentes opciones terapéuticas para evitar que la enfermedad se agrave, que deban ajustarse a las características específicas de cada paciente.

Gracias a la investigación molecular que ha permitido un rápido avance en el conocimiento del vitíligo, pero también al desarrollo de mejores opciones farmacológicas y de  tecnología, se han abierto  nuevos caminos terapéuticos que nos llevarán al éxito.